A
la mujer española, esa de ojos oscuros y penetrantes, cuerpo sinuoso y
grácil, morena por naturaleza, que cantaban las coplas, se la educó para
que asumiera su "inferioridad"; eso sí, alentándola con el argumento de
que era mucho más "femenina" que la de "países en plena decadencia
espiritual". Debía esmerarse en seguir los patrones que la Sección
Femenina tenía a bien dictar, y convertirse así en dulce ángel del
hogar, esposa y madre ejemplar. Algo que condicionó a varias
generaciones y sobre lo que el autor, recuperando coplas, anuncios o
textos de los libros de antaño, nos hace reflexionar.
Escrita con toques de humor, visualiza el yugo machista con el que se han educado generaciones enteras de hombres y mujeres, justificando discriminaciones e injusticias, claramente intolerables a día de hoy.
Lo tienes en la biblioteca.
Ven y disfruta de las mejores lecturas.
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