Alicia tiene dificultades con los estudios y es la última de su clase; además, su pupitre está situado al final del aula. Sufre el acoso constante de la Vero y de sus compinches,y nadie la tiene en cuenta, salvo su madre y su abuela. Pero todo cambia el día que Alicia viaja hasta la azotea de enfrente para ayudar a las prendas que los vecinos han tendido mal en los tendederos. Cuando termina de tenderlas como es debido, las prendas le ofrecen su amistad y le regalan una preciosa pulsera como recuerdo de su visita. Al día siguiente, cuando Alicia vuelve a la escuela, es tanto lo que ha aprendido en su fantástico viaje que empieza actuar de otra manera con resultados verdaderamente sorprendentes. ¿Conseguirá amigos que la quieran tanto como los de la azotea?
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